Analizan las migraciones de aves en el Estrecho de Gibraltar para situar adecuadamente los parques eólicos
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06 mayo 2020

Analizan las migraciones de aves en el Estrecho de Gibraltar para situar adecuadamente los parques eólicos

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El confinamiento será una oportunidad única para estudiar los movimientos de las aves sin interacción de la población

Investigadores de la Universidad de Málaga estudian las migraciones de aves en el Estrecho de Gibraltar con el fin de poder conocer con el máximo detalle posible los patrones de movimiento que siguen las aves planeadoras. Uno de los objetivos que se persigue es poder asesorar a la administración y a empresas de energía eólica, para la elección de los emplazamientos más adecuados para instalar adecuadamente sus aerogeneradores. “Pensamos en la energía eólica como una fuente limpia aunque, por el momento, deja una huella en el medio ambiente”, afirma Antonio Román Muñoz, del departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias de la UMA. Con el fin de minimizar el daño ecológico que provocan los molinos a la fauna voladora, un equipo científico multidisciplinar de centros de distintos países comenzó hace dos años esta investigación.

El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica ‘Journal of Animal Ecology’, ha estudiado el comportamiento de vuelo de 73 milanos negros durante el cruce del estrecho de Gibraltar, en su camino hacia las zonas de invernada en el África subsahariana. “Hemos elegido estos ejemplares porque, gracias a su tamaño, pueden transportar con facilidad un GPS que hemos creado con el que poder analizar sus rutas”, explica el doctor. Este dispositivo ha sido diseñado por el propio equipo de expertos y es uno de los más precisos a nivel mundial, ya que puede informar de la localización de cada uno de los ejemplares marcados en cada segundo, e incluso conocer con precisión cuántos aleteos necesitan las aves para realizar el recorrido. Para analizar la forma de volar se incorporó un acelerómetro del mismo tipo que disponen los móviles con el que cuentan los pasos que damos o giran la pantalla cuando cambiamos su orientación: “Para nosotros era crucial saber cómo realizaban el recorrido, cómo planificaban su cruce en función de las condiciones ambientales, si planeaban, cuántas veces batían las alas por segundo y si había diferencias entre los ejemplares adultos y los juveniles”.

Gracias a este estudio han podido determinar el procedimiento del que se valen las aves para cruzar el estrecho. Aunque la distancia mínima es de 14 kilómetros, raramente usan esa ruta ya que son desplazados por los fuertes vientos que suele haber en la zona. “Hemos observado que los milanos se preparan para este trayecto de manera estratégica y no cruzan por instinto. Por ejemplo, los ejemplares adultos, que ya han cruzado anteriormente, lo hacen de una manera más eficaz, usando el viento reinante en el momento como una ayuda, mientras que los ejemplares jóvenes necesitan de varios intentos cuando cruzan en solitario o ir acompañados por adultos que los guían para hacerlo de manera adecuada”, comenta el investigador. Y es que cruzar por este pequeño paso es crucial para estos animales como indica Muñoz: “Hay que tener en cuenta que las corrientes térmicas de las que se benefician estas aves para desplazarse con un consumo energético reducido se generan únicamente sobre tierra, por lo que en mar abierto el vuelo resulta muy costoso y deben optimizar su esfuerzo, además de que no podrán descansar en este trayecto”. Por esta razón tienden a elegir la zona más corta por la que poder realizar el viaje, que sería muy difícil si la distancia fuera mayor. Esta elección de rutas y momentos favorables sugiere un razonamiento cerebral complejo.

No solo los milanos utilizan este camino para cambiar de continente en las diferentes épocas del año. Este paso es utilizado por numerosas especies como cigüeñas, distintas aves rapaces y también murciélagos, de ahí la enorme importancia ecológica del entorno. Asimismo, la zona colindante de Tarifa es conocida por la abundancia de días con vientos fuertes, por lo que es una de las áreas con más estaciones eólicas y con mayor potencial para el desarrollo de esta energía. Estos parques eólicos podrían interferir en los hábitos de las especies voladoras obligándolas a cambiar sus rutas, o haciendo más costosos, en términos energéticos, sus desplazamientos . “Este estudio nos permite detectar puntos de uso muy frecuente por parte de las aves, con el fin de que esos emplazamientos no sean usados por los parques eólicos para instalar turbinas, ya que en un mismo parque eólico podemos encontrar aerogeneradores que provocan una elevada mortalidad cerca de algunos que son prácticamente inocuos. Contar en un parque con máquinas que provocan una afección a aves y quirópteros también supone un problema para las compañías energéticas, ya que se ven obligadas a contratar servicios de parada de máquinas”, afirma el doctor a lo que añade: “La desaparición de una especie a nivel local, puede parecer que no supone nada, pero todas están relacionadas y se ven afectadas; también nosotros”.

El confinamiento, una oportunidad única de estudio

En la actualidad vivimos una situación especial debido a la crisis sanitaria provocada por el COVID 19. Este momento, en el que los españoles estamos confinados en nuestras casas, coincide con la migración de cientos de especies de un continente a otro y concretamente con el viaje que realizan los milanos desde sus zonas de invernada en África hasta sus zonas de reproducción, por lo que no es de extrañar que los científicos pongan una mayor atención a las alteraciones que se puedan dar en este 2020, debido a la inesperada ausencia humana en el entorno.

“Este confinamiento nos va a ofrecer una oportunidad única para poder estudiar los comportamientos de los animales y será muy interesante”, comenta Antonio Román Muñoz. El científico expone que no tienen conocimiento de que las aves perciban el entorno urbano al igual que los humanos, así que tendrán que estudiar si hay algún cambio: “Todo lo que suceda será significativo, ya que han cambiado las condiciones de contaminación y ruido, entre otras. Podría suceder que las aves modifiquen sus rutas ante la nueva situación”.

Antonio Román Muñoz, Carlos Daviz Santos, Joao Paulo Silva, Alejandro Onrubia y Martin Wikelski. The gateway to Africa: What determines sea crossing performance of migratory soaring bird at the Strait of Gibraltar?, Journal of Animal Ecology, 2020. Disponible en: https://doi.org/10.1111/1365-2656.13201